domingo, 22 de febrero de 2009

El Papá de los Exámenes

La semana por fin terminó y fue una de esas que contienen muchas experiencias: desde el día largo productivo y feliz hasta aquel que me pregunto con qué pie me salí de la cama.

Ayer, de camino a un desayuno (¡No es desayuno, es Asamblea!) con algunos del gremio mi camino se vio prolongado gracias a los nuevos aspirantes a estudiar en la UNAM quienes hacían su examen en el Colegio México.


Lo primero que pensé fue “Ah que la canción, estos cómo dan lata” pero recordé mis los dias, sí LOS DIAS, cuando hice mis exámenes, sí EXÁMENES. Y no porque lo haya intentado más de una vez, ¿a quién creen que estan leyendo?, sino porque hice uno para Bachillerato y otro para ingresar a Licenciatura lo cual no fue muy hábil de mi parte.


Después sólo me quedó compadecerme de mis próximos compañeros Universitarios porque de verdad es horrible el tiempo que debes esperar por los resultados, sobre todo los últimos dos días y eso que no es como hace muchos años en que tenías que esperar al cartero con tus resultados. Pero debe ser peor enterarte de que a pesar de todo lo que estudiaste te faltaron apenas unos cuantos aciertos para ser aceptado.


Recuerdo bien cuando tuve que esperar a que saliera la gaceta de resultados y dos días sólo podía pensar en qué haría si no me quedaba: ¿intentarlo de nuevo, buscarme otra escuela, trabajar y hacer lo primero? Y si no entraba lo cierto es que no podría en el siguiente examen ya ven que dicen que dicen, y no es por desairar a nadie, perdedor no gana en segundo intento, cosa muy cierta en la mayoría de los casos porque se pierde el ritmo de estudio pero hay como siempre una excepción a la regla.


No puedo menos que agradecer y alegrarme que ya pasé por eso y la libré además de desearle mucha suerte a todos los que hicieron su examen este fin de semana.


Paso a cosas más alegres: estoy muy feliz porque ya me puedo decir estudiante de ingeniería pues ya hice mi primera expedición a República del Salvador para comprar mis maleriales eléctricos y volví hecho un pavorreal con mi bolsita de resistores y capacitores. Hice un amigo desconocido, me hizo plática mientras pedía precios, resultó que va en la Facultad y estudia Ingeniería Mecánica pero de repente desapareció y ni idea de cómo se llamaba, lo más seguro es que me lo encuentre de nuevo en Ingeniería.


Ya para terminar: ¿Cómo saber que has hecho una mala entrada en tu blog? Es bien fácil, cuando lo haces las personas que usualmente comentan fielmente de repente no lo hacen… Y la anterior tiene 0 comentarios.

sábado, 14 de febrero de 2009

San Valentín ¡Ay no, qué aburrido!

"¡Qué Aburrido!"... ¿Alguna vez te lo han dicho? Seguramente sí, y realmente no es un problema pero en la semana platicando con una amiga salió el tema de que necesitaba dinero para un abono de la temporada de la sinfónica de minería, a lo cual obtuve un rotundo NO con el argumento "PORQUE ES ABURRIDO" por supuesto en ese momento la quería matar, y si no fuera porque la conozco y sé que más de la mitad de las veces que me da la contra es por el puro gusto de darme la contra lo hubiera hecho, porque soy de la idea de que si alguien me dijera eso, precisamente sobre estos temas, le dejo de hablar en ese momento.

Y no lo digo, aunque suene así, como si fuera el gran personaje al que hay que darle por su lado para que te acepte y tampoco quiero decir que no soy amigo del que no le gusta el folklor de cámara porque siendo sienceros no soy un gran conocedor, vaya ni conocedor soy para acabar pronto, pero la pura negativa a intentar algo que segúramente te puede gustar es la que desespera. En comparación podría ser lo mismo que el finito que se niega a escuchar la cumbia del mes, porque en el fondo sabe que si se la ponen en una fiesta de seguro la baila, pero debe cuidar su imagen de propia persona de mundo. Esa ultima pedrada es tipo munición de escopeta: le tiro a uno y le pego a todos (incluyendome en una de esas).

No quiero darle mayor importancia al tema dado que hoy es el segundo día más feliz del mundo, después del de el niño, y también el segundo mas hipócrita, sólo después de navidad, pero no quiero parecer amargado y celoso, porque fuera del contexto de vender vender vender, me parece un día con buenas cosas: sobre todo en el sentido de hacerte misteriosamente más dulce, especialmente con ciertas personas. Además en unos años pongo un hotel o una sex-shop que sólo abra en las vísperas y hago mi agosto.

Así que ad hoc al día me propuse hacer dos pequeñas listas para los sentimientos típicos del 14 de febrero: La de enculados, entoloachados, etcétera y la de los adoloridos, ardillas, despechados y demás:

No necesariamente estan en orden de importancia y por supuesto no estan todas las que deberían


martes, 3 de febrero de 2009

Nuevos Bríos... ¿Cuando acaba el semestre?

Aaah... Primera semana de febrero y con ella llegan los primeros días de clases en la Universidad, al menos para las facultades y escuelas con plan semestral (es decir la mayoría), todo es bello de nuevo: te levantas con tiempo de sobra, desayunas bien, tu mochila está lista desde la noche anterior y en algunos casos hasta vas con tus mejores trapos.

Llegas, dentro de lo tolerable, a tiempo (insisto que es la primera semana) y por alguna razón te encuentras a todo mundo, la facultad esta repleta (en tu vida has visto tanta gente ahí) en mi caso llegué tan temprano que me dio tiempo de curiosear las instalaciones y resulta que TODO ESTÁ LIMPIO... de nuevo: primera semana.

Tu primera hora libre del semestre: ¡que aburrido! ya quiero que venga la siguiente pero en lo que llega la hora iré a visitar a los amigos... ¿Qué tal el primer día, cuáles metiste, con quién? y de repente todo se detiene... OH SÍ, mira eso, qué mujer tan linda pero no puedo creer que vaya aquí (Cabe mencionar que las mujeres de ingeniería no son un buen estándar) y en efecto te darás cuenta que tenías razón.

Así comentada en lo general la primera impresión haré un pequeño viaje en el tiempo a mediados de semestre

Levantarse temprano es terriblemente complicado, sales sólo cinco minutos tarde de tu casa y llegas a la facultad con 20 minutos de retardo, si te encuentras a alguien haces lo posible por no tener que saludar, con los amigos cercanos el humor es mas corrosivo que de costumbre y te da lo mismo que llevas la misma ropa que el dia anterior.

Las instalaciones son un muladar capaz de hacer vomitar a un puerco y aún así no puedes esperar más para tener tu hora libre e ir a comer o dormir (si puedes), te desvelas y las preguntas más frecuentes en los pasillos son ¿Cuántos finales, repruebas alguna?

Pues aunque estudiar es una cosa muy demandante y puede acabar con tus ilusiones de la vida, la verdad es una carrera muy bonita, te da una visión distinta de las cosas y al final esta historia de cada semestre termina valiendo la pena y hasta quedas debiendo.

Un buen inicio de semestre para todos y esperemos que sea llevadero.