viernes, 15 de julio de 2011

Entre sueños

Comenzaste buscando información que no necesitas sobre un tema que no te interesaba, de la forma que jamás acostumbraste hacerlo: buscando en lo que creiste la fuente. Decidiste que la buscarías en mi territorio, aquel lugar que pese a que no frecuento, fue aquel al que pudiste dar la etiqueta que me relacionara con el tuyo. Para ti mi territorio es mi escuela, que hace mucho abandoné por dedicarme a las tareas de un ser humano.

En la parada del autobús que mira hacia ese lugar, como tenía que pasar te encontré intentabas a toda costa disimular tu reacción para poder fingir que no notaste mi presencia. Esperabas sobre la banqueta pero ni siquiera necesitas un camión para ir a donde debes, incluso pasó el trolebús que me paseó frente a tí hace tanto tiempo, hecho curioso pues no su ruta no cruza por donde te acabo de encontrar.

-Si quieres evitar a los amigos, no tienes que ir a buscarlos- te dije, aunque al principio en tu defensiva lo sentiste como una agresión, fue mi siempre amigable forma de ser la que hizo posible que la conversación continuara. Así te diste cuenta que lo de 'amigos' lo dije con sinceridad, luego decidí que te acompañaría a tu destino.

Me contaste tus planes, lo que te trajo aquí, pasamos el dia caminando y hablando de cosas que tal vez no recuerdes pero sabemos cómo te hizo sentir. Por ocho horas olvidaste que cada quien siguió el camino que entendio más próspero y que nunca sabremos quien decidió mejor porque no hablaremos en mucho tiempo.

Fueron un par de horas disueltas en unos cuantos minutos, ninguno de los dos hubiera querido que terminara porque nos esperan años de sequía en la amistad. Tiene que acabar para que te des cuenta que has dejado atrás las cosas, pero te queda la esperanza de que este sueño lo haya tenido yo también.

Guarda muy bien este recuerdo y la pŕoxima vez que me veas, tras largos años, pregúntame si lo tengo. Verás que, aún en sueños yo fui la que te buscó para recomponer lo que yo misma terminé con un solo corte.