lunes, 29 de marzo de 2010

Pozo seco

Sansón lo perdió todo cuando lo tusaron: su fuerza herculiana, los ojos y la dignidad cuando le hicieron prisionero. Por eso y más no parece una buena idea equiparar este momento que paso con dicha historia (en especial porque no quiero pensar que moriré cuando la creatividad regrese) pero sirve verlo por el lado de que, aunque esto parezca perdido la inspiración regresará un dia, poco a poco como crece el cabello. Sólo es cuestión de esperar, pero más vale que me encuentre trabajando, cuando menos moliendo granos.

El pozo esta seco y no es culpa del uso desmedido, poco a poco se filtró todo lo que llevaba dentro hasta que no hallé nada. Pareciera que las paredes de la cisterna hubieran sido hechas de esa acidez y pesimismo ligero, las cuales solubles en satisfacción y regocijo se desmoronaron dejando ir lo que guardaban.

Es la segunda vez que reconstruyo el foso, pensando que el nuevo debe sacar lo que esta muy adentro del manto. Debería hacerlo una vez mas, podría de hecho, pero eventualmente terminará por derrumbarse.

Quizá el cabello se ha caído, el pozo este totalmente vacío pero el agua no se desvaneció, se fue y regresará de alguna forma y lo mejor será estar preparado para su regreso, no sé como lo hará ni siquiera cuando pero siempre estará ahí el aljibe para recojerla cuando llegue.

Aprovecharla en cualquiera sea la manera que la encuentre es más sabio que buscar otro pozo y depender de él hasta que su agua se agote, filtre o me canse de ella.

"No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía..."