Corrió ya una semana desde aquel bello día en que vi suspendido mi examen de electric idad a causa de cierta epidemia que no quiero mencionar porque el tema es tocado cada 20 minutos en todos lados.
Sin embargo deja mucha tela de dónde cortar y es que por todos lados nos deja ejemplos de cómo no comportarse ante una situación como esta.
Por un lado tenemos la heróica hazaña de nuestro valeroso Jefe de Gobierno Marcelo "Mi Carnal" Ebrard con sus adecuadas participaciones en medios cantinfleando con la influenza sólo para que vean que sigue ahí. Y por supuesto no menos importante su grandiosa medida de parar la actividad económica de la ciudad cerrando cuanto establecimiento existe en el D.F., Que alguien nos haga el favor de explicarle a nuestros políticos de dónde sale el dinero que gasta esta ciudad y el país mismo si no de los comercios y servicios.
No estar informado no significa estar en la política, la inteligente población del Distrito Federal se lleva el premio con sus múltiples participaciones: la primera es el uso de los famosos cubrebocas. Se usan como si la influenza fuera una espora que flota en el aire buscando al incauto donde se alojará y lo peor de esto es que se usa mal, aunque se llama cubreboca es cubreboca y nariz, si te lo pones y quitas una y otra vez tampoco sirve (no hace falta estudiar medicina para saberlo). Ahora sólo falta que los funerales esten vacios por el miedo a contagiarse... ah perdón, eso ya sucede.
Y la ciudadanía sigue demostrando su superioridad en el QUÉ NO HACER con las clásicas compras de pánico comprando lo que no necesitan, demostrando por qué el gobierno tiene que limitar la venta de medicamentos a la distribución únicamente con receta y haciendo una tormenta en un vaso de agua.
Demostrando que lo único más contagioso que el virus es la ignorancia porque esto no particular de los mexicanos sino por todo el mundo. Empezando por los egipcios sacrificando a todos los cerdos (síntoma que también aquí se da) y los señores de CONMEBOL dejando ver que cualquier pretexto es bueno para hacer a un lado a los equipos mexicanos sugieriendo descalificarlos a los equipos nacionales como si se tratara de la peste bubónica, pero les recuerdo que existe el karma.
Y finalmente con mi cumpleaños a 8 dias desde hoy me parece que lo más seguro es que lo pase en mi casa encerrado gracias a la epidemia.
No estar informado no significa estar en la política, la inteligente población del Distrito Federal se lleva el premio con sus múltiples participaciones: la primera es el uso de los famosos cubrebocas. Se usan como si la influenza fuera una espora que flota en el aire buscando al incauto donde se alojará y lo peor de esto es que se usa mal, aunque se llama cubreboca es cubreboca y nariz, si te lo pones y quitas una y otra vez tampoco sirve (no hace falta estudiar medicina para saberlo). Ahora sólo falta que los funerales esten vacios por el miedo a contagiarse... ah perdón, eso ya sucede.
Y la ciudadanía sigue demostrando su superioridad en el QUÉ NO HACER con las clásicas compras de pánico comprando lo que no necesitan, demostrando por qué el gobierno tiene que limitar la venta de medicamentos a la distribución únicamente con receta y haciendo una tormenta en un vaso de agua.
Demostrando que lo único más contagioso que el virus es la ignorancia porque esto no particular de los mexicanos sino por todo el mundo. Empezando por los egipcios sacrificando a todos los cerdos (síntoma que también aquí se da) y los señores de CONMEBOL dejando ver que cualquier pretexto es bueno para hacer a un lado a los equipos mexicanos sugieriendo descalificarlos a los equipos nacionales como si se tratara de la peste bubónica, pero les recuerdo que existe el karma.
Y finalmente con mi cumpleaños a 8 dias desde hoy me parece que lo más seguro es que lo pase en mi casa encerrado gracias a la epidemia.